Culiacán, Sinaloa.- En exactamente un año, el Partido Sinaloense cuya aspiración era “cogobernar Sinaloa”, fue gradualmente expulsado de los espacios de poder que se le concedieron en Gobierno del Estado pero además enfrentó el abandono de alcaldes y diputados que habían ganado en las elecciones del 2021 postulados por el PAS.
De marzo de 2022 a marzo de 2023, el PAS sufrió el ‘efecto Thanos’, que si han visto la popular película de ciencia ficción ‘Avengers: Infinity War’, sabrá muy bien de qué efecto se está hablando, una analogía que encaja por la pulverización de la presencia del Partido Sinaloense en mandos de gobierno.
La mañana de este viernes, el presidente municipal de Concordia, Raúl Díaz Bernal, renunció a las filas del Partido Sinaloense y se declaró sin filiación partidista, ratificando su lealtad política e institucional al gobernador Rubén Rocha Moya, decisión que igual ayer hizo pública la alcaldesa de Escuinapa, Blanca Esthela García.Con estos deslindes, el PAS se quedó sin alcaldes en Sinaloa.
Vía Twitter, el líder moral y fundador del PAS, Héctor Melesio Cuen Ojeda, acusó una embestida contra el Partido Sinaloense desde el propio Gobierno del Estado.
“El actuar de algunos Presidentes Municipales es lamentable, desde su falta de compromiso por los acuerdos hasta la sumisión ante el Gobierno Estatal. Nuestra lucha sigue”, dijo.
Al respecto, el gobernador Rubén Rocha Moya opinó que los presidentes municipales están tomando sabiamente decisiones y que su administración no tiene injerencia en las determinaciones que toman.
“No, los alcaldes están tomando sabiamente su decisión, ellos saben, porque los alcaldes son universitarios muchos de ellos y ellos tienen su decisión”, afirmó el mandatario.
El desmantelamiento del PAS
Tras los resultados de las elecciones de junio de 2021 el Partido Sinaloense contaba con las alcaldías de Cosalá, Mocorito, Mazatlán, Escuinapa, Concordia, El Rosario, mismas que encabezaba de acuerdo al acuerdo de coalición con Morena.
Pero fue en noviembre de 2021, tras entrar en funciones los nuevos alcaldes, que se inauguró un primer choque: Luis Guillermo Benítez Torres deslindó al Ayuntamiento del PAS, partido al que acusó de ser un “cáncer”, al grado que quería, dijo entonces, apoderarse de su gobierno.
Los días 12 y 14 de marzo de 2022, dos presidentas municipales también marcaron distancia del PAS: Carla Úrsula Corrales Corrales de Cosalá y Claudia Liliana Valdez Aguilar de El Rosario.
Dos días después, vino una escisión en otro frente como es el Grupo Parlamentario: el 16 de marzo renunciaron al PAS los diputados locales Rosario Guadalupe Sarabia Soto y Martín Vega Álvarez. El día 31 de ese mismo mes, la legisladora Luz Verónica Avilés Rochín les siguió los pasos. Los tres se incorporaron a la bancada de Morena.
El PAS vio reducida asi de 8 a 5 su número de integrantes y, en consecuencia, pasó a convertirse en tercera fuerza en el Congreso del Estado.
El 11 de mayo ocurrió lo que se consideraba improbable: Héctor Melesio Cuén Ojeda, fundador del PAS y activo en la campaña de Rubén Rocha Moya en campaña, fue destituido como secretario de Salud, bajo el argumento que mantenía demandas penales en contra del periodista Luis Enrique Ramírez, asesinado el 4 de mayo.
Días después, Rocha y Cuén retomaron relación con “chocolate” de por medio en el restaurante Casa María, en vísperas de la decisión legislativa para desaforar a Jesús Estrada Ferreiro como alcalde de Culiacán, y a quien el ex rector de la UAS aun respaldaba.
Cuando todo parecía tranquilo vino otro motivo de choque: Morena y Gobierno del Estado acusaron que el PAS cometió “un atraco” en la elección de consejeros del Movimiento de Regeneración Nacional en Sinaloa a principios de agosto.
En ese marco, el 8 de agosto el gobernador Rocha destituyó a tres funcionarios ligados al PAS: Rafael Mendoza Zataráin de la Subsecretaría de Planeación, Inversión y Desarrollo Turístico; Wuascar Torres de la Dirección de Turismo zona centro y; Luis Alonso García Corrales, de la Comisión Estatal para la Protección contra los Riesgos Sanitarios (COEPRIS).
Un día después, el 9 de agosto, se salvó de la guillotina la secretaria de Turismo, Rosario Torres Noriega, quien comunicó su deslinde del PAS y ratificaba su lealtad al gobernador Rocha Moya. Así fue como el PAS se quedó sin nada al interior del Gobierno de Sinaloa.
Vino una etapa de calma e incluso de encuentros públicos, con intercambios de cortesías entre Rubén Rocha y Cuén Ojeda.
Pero el 6 de febrero de este año, otra alcaldesa que llegó al poder postulada por el PAS, María Elizalde Ruelas de Mocorito, renunció a ese partido y se afilió a Morena.
Y vino el punto de quiebre. En esos días, el Congreso del Estado anunció su agenda legislativa para este segundo año e incorporó la discusión de reformas a las leyes orgánicas de las universidades autónomas como la UAS, UADEO y UAIM, lo que fue el rompimiento.
En medio de un intercambio de descalificaciones por la aprobación de la Ley General de Educación Superior y la presentación de una iniciativa de reforma a la Ley Orgánica de la UAS, vinieron los últimos deslindes.
Este 16 de marzo la alcaldesa de Escuinapa, Blanca Esthela García Sánchez anunció su desmarque del PAS, lo mismo que hizo este 17 de marzo, el presidente municipal de Concordia, Raúl Díaz Bernal. Ambos se declararon sin filiación pero su lealtad política al gobernador.
Así, el PAS se quedó sin alcaldes. El saldo: solo le quedan cinco diputados locales.
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