Las balas que dispararon criminales la madrugada del domingo, en el fraccionamiento Los Ángeles, en Culiacán, abrieron una herida dolorosa que ha conmocionado a una ciudad que parecía inmune al sufrimiento por la ola de ejecuciones.
Ese plomo escupido por armas de delincuentes, en un aparente intento de despojo de un vehículo, fue dirigido a una familia. En el sitio murió Jesús, el padre de familia. Y dos menores, Gael de 12 años de edad y Alexander, de 9 años.
La tragedia cobró mayor dimensión cuando Gael no pudo más: murió horas después en un hospital de la ciudad. Y siguió escalando: su hermano Alexander, falleció 48 horas después. Ambos lucharon por su vida, en las que les esperaba mucho camino.
Sus maestros y compañeros de escuela, han salido a pedir justicia pero sobre todo a hacer un llamado: ‘A los niños NO’ y reflexionan que hoy fueron Gael y Alexander, mañana pueden ser sus hijos, sus nietos, ‘a cualquier lo puede alcanzar la desgracia’.
“Si pienso en Gael Antonio, lo primero que viene a mi mente es su sonrisa, una hermosa sonrisa que alegraba su cara casi siempre seria en clase, ya que era muy disciplinado, siempre estaba atento, dispuesto a aprender, fue un excelente alumno: inteligente, dedicado, cumplido, responsable, además de un buen amigo y compañero, noble y siempre respetuoso”, recuerda.
La docente destaca que a Gael le encantaba jugar futbol, y junto a sus compañeros, lo jugaba prácticamente desde que llegaba a la escuela, antes de que sonara el timbre de entrada, a la hora de recreo y mientras llegaba su papá por él y su hermano Alexander a la hora de salida.
“Siempre creí que él tendría un futuro brillante, independientemente de lo que decidiera estudiar, yo lo imaginaba siendo un hombre de bien”.
Ivanna afirma que tiene el corazón quebrado pues no podía creer que le hubieran matado a su alumno dado que es el tipo de noticia que ni en un millón de años pudiera haber imaginado.
Aún no puedo creerlo, --dice-- no lo asimilo porque él no lo merecía y aún no era su momento de partir, él tenía un futuro brillante y mil sueños por cumplir que le fueron arrebatados en un abrir y cerrar de ojos y no es justo.
Enfatiza que no es justo que esta guerra les arrebatara la vida.