Se ha dicho en diversos medios de comunicación que en Marzo algunas instituciones educativas reanudarán las clases de manera presencial, sin embargo, esto no será así en todos los estados; solo los que cuenten con las condiciones que se requiere lo harán, extremando en las medidas sanitarias para evitar contagios.
Este proceso sería de manera escalonada con la finalidad de cuidar las salud de los profesores y de los alumnos, también será voluntaria la asistencia, solo los padres que estén de acuerdo podrán llevar a sus hijos a las instituciones por lo que se les está preguntando a los padres sí están de acuerdo.
Es claro que este regreso a clase favorecerá a los alumnos por dos cuestiones importantes; la primera, porque muchos alumnos están quedando rezagados al no tener las posibilidades para mantener una educación a distancia, además de que en ocasiones los padres no cuentan con las herramientas necesarias para apoyar a sus hijos en ciertas actividades y por tener que atender el trabajo; segundo, la socialización, lo niños necesitan convivir con sus pares, hacer lazos, y por la pandemia este aspecto se presenta como limitado.
No obstante, si esto se realiza de esta manera aumentaría la carga laboral para los docentes, porque tendrían que realizar planeaciones para los alumnos que asistan de manera presencial, a distancia y para los alumnos con necesidades especiales. Esta situación puede generar resistencia por parte de los padres para regresar a las aulas; no hay que olvidar que el ser humano se adapta a cualquier situación, a un año que inicio la educación en casa los maestros ya están acostumbrados a organizar sus actividades y su tiempo, disfrutan estar en casa y regresar de manera presencial sería tener que adaptarse nuevamente al ir y venir.
Considero que el ideal sería analizar las diferentes situaciones para poder identificar de manera oportuna quienes sí y quienes no de manera presencia, es claro que quienes más lo necesitan son aquellos alumnos que se encuentran cursando primaria y de escasos recursos. Es pertinente explotar la creatividad y crear alternativas óptimas, por ejemplo, en el campo se puede optar por dar clases al aire libre, al igual que en las instituciones educativas, aprovechar los espacios abiertos para poder atender a más niños y evitar, en la manera de lo posible, el rezago educativo y la deserción escolar.
Se necesitan idear estrategias pensadas realmente en la población que se tiene frente a nosotros, pensando en que la brecha económica es más que evidente y no todos tienen las mismas posibilidades para atender a las demandas de la pandemia y educativas.
Psic. Diana Sugey Mendoza Cital. Maestrante en la Maestría Investigación Educativa. Redes sociales: www.facebook.com/dianacital/ ; Instagram: Sugepurple_; correo: psicologadianamendoza@gmail.como
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