David Benavídez (28-0, 24 KO) molió a golpes a Demetrius Andrade (32-1, 19 KO) en su pelea del pasado sábado en Las Vegas, en combate en el que el ‘Mexican Monster’ defendió con sobrado éxito su título mundial interino de peso súpermediano del CMB, y grita a los cuatro vientos que se haga la pelea contra Canelo Álvarez, porque, aseguró, esa es la pelea que la gente quiere ver.
El de ascendencia mexicana fue el hombre grande en la noche, con mayor estatura y alcance de brazos, llevando el control de la pelea con un boxeo frontal, demostrando dotes defensivos con sus brazos bien ceñidos arriba, como una barrera que no dejaba al ‘Boo boo’ penetrar, y cuando lo lograba, no alcanzaba a lastimar a Benavídez, pues demostró que también aguanta castigo.
Transcurrían los rounds y Benavídez, fiel a su estilo, iba aumentando la intensidad y el volumen de golpeo sobre Andrade, con buenas combinaciones arriba y al cuerpo. Demetrius trataba de recorrer el ring para alejarse de un agresivo rival. Ha sido una constante en las peleas del ‘Bandera Roja’, el empezar un poco tímido e ir entrando en calor para soltar los brazos.
Pero Demetrius Andrade no decepcionó, y es que honestamente esperábamos una pelea más aburrida por el estilo soso y evasivo que el Boo boo ha demostrado durante toda su carrera, de entrar y salir para pasearse por el ring. Ese estilo le alcanzó para ser campeón en dos divisiones diferentes (Súperwelter y Medio), pero se topó con pared en su intento por un tercer cinturón, perdiendo además el invicto en su carrera.
Y decimos que el moreno no decepcionó porque fue valiente y por varios lapsos en la pelea no se arrugó para entrar al intercambio de golpes con el mexicano, cayendo en el juego de Benavídez y llevándose en el intento el mayor castigo posible, siendo así como se dio su caída a la lona apenas en el cuarto round, cuando Andrade se comió una derecha que se estrelló de lleno en su rostro.
El resto de la pelea fue puro castigo aplastante por parte de Benavídez quien aprovechó que Andrade llegaba sin piernas, disminuido en potencia de golpes y muy fatigado, provocando una primera visita del médico al término del quinto round, y finalmente en el sexto en el que su esquina decidió que era suficiente.
Canelo no puede seguir postergando más la pelea contra Benavídez simplemente porque le puede salir el tiro por la culata, pues el padre tiempo no perdona y ya no es un jovencito de 23 años que peleaba contra veteranos para aprender. El próximo año Canelo llegará al mes de septiembre con 34 años cumplidos por 27 de Benavídez (7 años más joven). Canelo todavía sigue en buen momento boxístico pero con cada mes que pase su cuerpo irá resintiendo en el gimnasio la baja de estamina que provoca la edad, también le costará más recuperarse. Mientras que Benavídez llegará en un momento físicamente óptimo, y convertido en una bestia dominante.
En la pelea semiestelar el hermano mayor de David Benavídez, de nombre José (28-3-1, 19 KO), no pudo ante el mayor de los Charlo, Jermall (33-0, 22 KO), quien regresó tras una ausencia de casi dos años y medio por problemas psicológicos y se mostró entero sin ser espectacular, pero muy efectivo, tanto así que ganó la pelea por decisión unánime y uno de los jueces vio ganar todos los rounds a Charlo. El hermano de David Benavídez está lejos de estar al nivel de su hermano, pero es de resaltar que Charlo subió más pesado que Benavídez, al pasarse en el pesaje 3 libras del peso pactado para esta pelea (163 libras), y tuvo que pagar a su rival 70 mil dólares por cada libra excedida, es decir, alrededor de 210 mil dólares, por lo que al final la derrota no fue tan dolorosa para José Benavídez.
Cabe destacar que esta fue la última función de boxeo transmitida por Showtime PPV, quien encabezó la difusión de eventos de gran magnitud en Estados Unidos y el resto del mundo, sobre todo aprovechando que HBO se había hecho a un lado previamente en 2019, dejando a Showtime solo en un negocio que ya no es tan negocio, pues las transmisiones por streaming son lo de hoy.
Beisbolazos. Se repartieron los puntos en la Liga Arco Mexicana del Pacífico y los Algodoneros de Guasave dirigidos por Óscar Robles se llevaron toda la gloria en la primera vuelta con 10 unidades que les dan pase directo a postemporada. En segundo lugar los Mayos de Navojoa con una nómina discreta escalaron desde la mitad de la tabla para asegurar los 9 puntos que otorga el segundo lugar, y el podio de la primera vuelta lo completaron los Tomateros de Culiacán de Alfredo Amézaga quien será manager también de los Saraperos de Saltillo en la LMB, aprovechando que se quedó sin trabajo en grandes ligas al ser desligado de la organización de los Tigres de Detroit. Viendo el standing de abajo hacia arriba llama la atención el desinterés de la directiva de Sultanes de Monterrey por hacer un equipo competitivo en el invierno (Su estrella es Vinny Castilla, es el manager y no juega), y en el penúltimo lugar los Charros de Jalisco ya sin Gil Velázquez en la estrategia, quienes se perfilan a un segundo año consecutivo sin postemporada.