Éxito rotundo con llenos hasta las lámparas ha resultado Mexicali como sede de la Serie del Caribe, una ciudad que suspiraba por sus Águilas y al verlos eliminados durante el primer playoffs precisamente ante el equipo representante de la LMP, Charros de Jalisco, tuvieron que esperar poco más de tres semanas para recibir la fiesta beisbolera latinoamericana que en esta edición por primera vez en su historia, se invitó a un equipo de Japón, complementando con los históricos Dominicanos, Puertorriqueños, Venezolanos y los anfitriones, México, que de todos es bien sabido que se toma muy en serio las organizaciones del clásico caribeño, dejando la vara muy alta a los otros miembros de la Confederación del Caribe, pues Mexicali, Hermosillo, Mazatlán, Culiacán y Jalisco han organizado las mejores hasta el momento.
En el plano deportivo el equipo mexicano ha mostrado su músculo en su pitcheo, con brazos como los de David Reyes, Manny Bañuelos y Ronald Medrano, aunado a un bullpen hermético con gente como David Gutiérrez, Jesús Cruz, Stephen Nogosek y Trevor Cliffton, que sumado a otros talentos de la loma, en los primeros tres encuentros solo han permitido 2 carreras en 27 entradas lanzadas (0.67 de PCLA). Además la velocidad en los senderos ha sido factor importante, y en este rubro peloteros como Rudy Martin Jr y Billy Hamilton han marcado la diferencia corriendo por los senderos.
La gran pregunta sería, por qué Isaac Paredes no fue llamado, si se encontraba disponible y se mantenía en forma entrenando, esperando un llamado para ir a Mexicali, pero se quedó suspirando. Un bateador de la categoría de Paredes, a mitad de la alineación, no le estorba a ningún equipo. Y de hecho los Charros de México no cuentan en su roster con un jugador de las mismas condiciones que Paredes. Benjamín Gil se la jugó como siempre, con su gente, y sumó solo 7 refuerzos a su equipo original.
México ya pasó lo más difícil y este lunes le tocará enfrentar al Japan Breeze, quien suma dos perdidos en el mismo número de enfrentamientos, pagando la novatada.
Por su parte Charros de México despachó primero a Puerto Rico 8-1, Después a Venezuela 2-1 y luego a Dominicana 2-0.
Ahora México, ya instalado en semifinales, tras jugar ante Japón este lunes, descansará el martes y ese día conocerá su rival, con quienes se medirá el miércoles 05 de febrero esperando conseguir su pase a la final, misma que se jugará el viernes 07.
David Benavídez derrotó a su tocayo David Morrell en un encarnizado combate que se definió hasta la distancia, con tarjetas que beneficiaron al de raíces mexicanas y con una gran entrada en el T-Mobile de Las Vegas, demostrando que ha ganado suficiente popularidad para encabezar espectáculos, en gran medida porque su nombre se ha relacionado al de Canelo Álvarez en los últimos años, sin embargo el llamado ‘Monstruo Mexicano’ sigue demostrando que como boxeador es un excelente golpeador y nada más, adoleciendo de otros atributos que son primordiales para llegar a la cúspide y poder mantenerse.
Fue una pelea que desde la promoción lucía pareja, con dos invictos, ambos de 27 años de edad, estatura y alcances similares, pero guardias encontradas al ser zurdo el cubano. Los dos cumplirían su segunda pelea en las 175 libras por lo que no tuvieron problemas para dar el peso. Destaca que al momento de subirse al ring Benavídez lucía más robusto que el antillano, y fue debido a que subió con 20 libras de rehidratación, lo que se tradujo en buen poder de puños, pero que al final deja la duda si realmente el Monstruo Mexicano puede con los grandes nombres de esta categoría, pues a pesar del incesante castigo recibido, Morrell nunca lució en malas condiciones.
En las últimas 10 peleas David Benavídez presume 7 victorias por nocaut, pero las últimas dos han sido por la vía de la decisión, curiosamente en el peso semicompleto, por lo que da a pensar que a medida que Benavídez subió de división, ya no es tan ‘monstruoso’ como lo era en 168 libras en donde lucía más dominante por su alto porcentaje de noqueo, al llegar el día de la pelea con muchas libras ganadas.
Por su parte Morrell hizo un boxeo valiente y sin rajarse, haciendo uso de la escuela cubana, moviendo la cintura y siendo elusivo, pero en el ecuador de la pelea mostró síntomas de cansancio y fue allí donde empezó a verse la mejor versión de Benavídez, que castigó las zonas blandas del isleño a placer.
David Benavídez es un gran castigador, con todos sus golpes de poder, ya sean rectos, jabs, uppers, ganchos y naturalmente, volados. Un atleta que siempre va hacia el frente invitando al castigo a sus oponentes y aprovechando bien los huecos que les provoca a sus rivales el intercambio de metralla en la lucha cuerpo a cuerpo. Pero es todo lo que tiene Benavídez. Se convierte en un blanco fijo, que no mueve la cintura y demasiado torpe con sus piernas, de tal suerte que fue conectado en el undécimo round por un golpe sin potencia de Morrell que lo agarró mal parado y le contaron una caída.
Benavídez no es un peleador inteligente, se deja llevar por su impulso de castigador y en eso basa el éxito de su carrera, y en una división dominada por Beterbiev y Bivol, auténticos semicompletos asentados en este peso, y más virtuosos boxísticamente, podemos asegurar que en este momento Benavídez no tiene nada que hacer ante el par de rusos.
En esta misma velada el capitalino Isaac ‘Pitbull’ Cruz superó en una pelea emocionante y de mucho castigo al tijuanense Ángel Fierro por decisión unánime, pero mostró más de lo mismo. Es decir, dio el espectáculo que se esperaba, siempre agresivo y buscando sacar ventajas de su pequeño tamaño al esconderse de los puños de su rival, pero Cruz está estancado y no demostró nada diferente. Sigue siendo el mismo aporreador al ‘estilo mexicano’, que no le importa recibir abrumador castigo con tal de dar. Y en estos tiempos modernos eso no es suficiente para brillar. La pelea tuvo mucho intercambio de golpes por ambos peleadores y al final de la pelea Cruz manifestó que le gustaría que su combate ante Fierro sea recordado como los que en su momento dieron el finado Israel ‘Magnífico’ Vázquez contra Rafael Márquez, pero a fuerza de ser sinceros la Cruz Vs Fierro se quedó corta de ser siquiera comparada, pero solo porque faltaron caídas y sangre. De hecho el CMB puso en juego el cinturón de Guerrero Azteca en honor a la memoria del gran Israel Vázquez.
El Pitbull debe trabajar en su defensa, de lo contrario se convertirá en otra muestra de ‘lo que pudo ser y no fue’, sobre todo en los linderos de un peso que es dominado por peleadores como Devin Haney, Teófimo López (Ambos en Súperligero) y una división abajo Gervonta Davis, Shakur Stevenson y Vasyl Lomachenko.
En la noche también destacaron victorias del sinaloense Jesús ‘Mono’ Ramos al noquear en el octavo round a Jeison Rosario en peso mediano, y Stephen Fulton volvió a ganar a Brandon Figueroa en revancha, ahora por el título pluma del CMB.