= Inesperada la salida de Feliciano Castro
= Y sorpresiva la designación de Yeraldine
= Lo del “Pity Velarde”, simplemente inaplazable
= Y un cuarto movimiento, para redondear el cuadro
= Las precisiones de Rocha en sus redes sociales
Los recientes cambios en la cúpula del gabinete del gobernador Rubén Rocha Moya coincidieron -con diferencia de horas – con la última visita a Sinaloa por parte del secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del gobierno federal, Omar García Harfuch. Y las especulaciones, por supuesto, no se hicieron esperar ante la posibilidad de que hubiesen sido resultado de un examen a fondo de la situación imperante en la entidad, en todos los sentidos, por parte de ambos personajes, de lo que no se omitió a la propia presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.
En realidad, lo que no tiene vuelta de hoja es lo inaplazable de la salida de Ricardo Velarde de la secretaría de Economía del gobierno del Estado, señalado como el propietario principal del antro (así les llaman ahora) en el que desapareció un joven duranguense y cuyo paradero todavía se desconoce, tres semanas después. La renuncia del famoso “Pitty Velarde” -según- facilitará los procesos de investigación que actualmente se desarrollan sobre el particular.
Y bueno, no es que García Harfuch haya venido a Mazatlán exprofesamente a solicitarle al gobernador Rocha la cabeza del “Pitty” sino que ya era una decisión tomada de días atrás; pero no aterrizada por alguna razón. Sin Velarde en la estructura de gobierno, las investigaciones avanzarán con mayor agilidad y en una de esas y hasta resultados positivos tenemos un día de estos.
Si alguna relación existe entre la visita del secretario federal de Protección Ciudadana y los movimientos hechos por Rocha Moya pudiera ser esta, precisamente, la de Velarde, que ya estaba telegrafiada por obvias razones. Las otras fueron una consecuencia lógica, tras la revisión del gobernador a los resultados reportados por su equipo de trabajo.
A raíz de esto, es que se fue, pero no se fue, Feliciano Castro Melendrez, quien dejó la secretaría general de Gobierno, para ser nombrado, prácticamente de inmediato, como secretario de Economía, justamente en sustitución de Ricardo Velarde. Decisión sorpresiva e inesperada la de Rocha en este sentido si se considera la estrecha relación de ambos personajes, que prácticamente han caminado codo a codo por las brechas de la política sinaloense.
La Secretaría de Economía, ciertamente, no es una posición para nada despreciable. Antes bien, es una de las más relevantes en la estructura de toda administración estatal por la naturaleza de sus funciones, responsabilidades y obligaciones; sin embargo, en lo político no existe punto de comparación entre Economía y la secretaría general de Gobierno, instancia que opera precisamente la politica interna del gobierno, entendida como lo más estrecho de la relación entre el jefe del Ejecutivo y todas las fuerzas del Estado, sean estas del oficialismo o de la oposición.
Feliciano Castro llegó ahí hace poco más de un año, a relevar a Enrique Inzunza Cazarez, una vez que el badiraguatense se decidió por desempeñarse como senador de la República. El movimiento estaba cantado desde hace mucho. Feliciano era presidente de la junta de Coordinación Politica del Congreso del Estado y cuando no fue postulado como candidato a cargo alguno -del montón de posiciones que estuvieron en juego en las elecciones del 2024 – aquí siempre dijimos que su destino ineludible era la secretaría general de Gobierno.
Y cuando llegó, a la salida de Inzunza, subrayamos que era, en efecto, la mejor carta del gobernador Rocha para tal cargo. Hoy, lamentablemente, no nos atrevemos a decir lo mismo de su nueva responsabilidad.
Pero si la renuncia -llamémosla así – de Feliciano causó estupor no solo en los medios políticos sino en todos los sectores de la sociedad, más de este sentimiento fue lo que provocó el nombre de su relevo en el cargo: la diputada Yeraldine Bonilla Valverde, que se desempeñaba como presidenta de la mesa directiva del Congreso del Estado.
Teóricamente, Yeraldine milita en las filas del Verde Ecologista Mexicano. Estrategia, en realidad, para que la “4-T” pudiera ocupar, al mismo tiempo, la presidencia de la JuCoPo y la de la mesa directiva del Congreso del Estado, en una clara “chicuelina” a la ley orgánica de la cámara local. Yeraldine, en realidad, siempre ha sido de las huestes de MoReNa y “rochista” sin sombra de dudas.
La nueva secretaria general del gobierno del Estado ya ha fungido como diputada local en un par de ocasiones y ya se desempeño como subsecretaria estatal de Seguridad; pero quienes saben y entienden de estas cosas no consideran que haya sido, precisamente, la mejor decisión del jefe del Ejecutivo Estatal. Finalmente tiene que aceptarse que es facultad discrecional del gobernador nombrar a sus colaboradores y que en este caso asume también toda la responsabilidad.
Otro movimiento, sin reacciones mayores, el que redondeó la reestructuración: Omar Alejandro López Campos en la secretaría de Bienestar, misma que se va a casa sin pena ni gloria.
Suyos los comentarios, amigo lector.
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Por cierto. En respuesta a las criticas en su contra, generadas por un viejo comentario respecto a la trayectoria politica y social de Yeraldine Bonilla, el gobernador Rubén Rocha Moya escribió en sus redes sociales:
“Me siento orgulloso de haber nombrado a Yeraldine Bonilla Valverde como la primera mujer en la historia de Sinaloa en asumir la Secretaría General de Gobierno.
Veo que las redes sociales han retomado una expresión del pasado abril, que solo fue resultado de mi reconocimiento a quienes han salido adelante por mérito propio, más aun siendo mujeres. Si en ese momento utilicé una descripción que pudo resultar polémica y fuera de lugar, dejo una disculpa.
Hoy el nombramiento de mi secretaria de gobierno hace evidente no solo la vocación de mi gobierno por la equidad de género, sino que refrenda que más que nunca, en México es tiempo de mujeres”.
Casi de inmediato, la respuesta de Yeraldine, por el mismo conducto:
“Agradezco las palabras del gobernador y pido que no se interpreten de forma negativa; fueron un reconocimiento a mi esfuerzo y a la superación personal.
He trabajado desde muy joven y me siento profundamente orgullosa de cada etapa de mi vida. Cada paso de mi trayectoria ha sido fruto del trabajo, la constancia y la dedicación.
No hay nada que reprochar; al contrario, es una muestra de que, con perseverancia y compromiso, es posible crecer y servir desde cualquier espacio.
Hoy, desde esta nueva responsabilidad en la Secretaría General de Gobierno, seguiré demostrando que las mujeres podemos llegar tan lejos como nos lo propongamos, porque ningún origen determina nuestro destino”.
Ahí están los planteamientos de las partes, para que se juzguen con criterio y objetividad. Bueno.
Ya nos vamos. Cuidense mucho y Dios los bendiga. Ahora y siempre.