Magistral. Terence Crawford superó a Canelo Álvarez por decisión unánime en una noche magistral de boxeo en Las Vegas, y el 13 de septiembre quedará marcado en la historia de este deporte no por ser una fecha en alusión a las fiestas patrias, sino porque de golpe y porrazo, y aprovechando la plataforma que representa Canelo, el apodado Bud se catapultó a los cuernos de la luna al convertirse en el primer boxeador que logra 3 campeonatos indiscutidos en diferente categoría, después de conquistar el peso súper ligero y wélter, una hazaña que nadie antes ha conseguido, y todo se resume a un dominio abrumador sobre todos sus oponentes, en cada categoría, y jamás cuestionado, siempre ganando con claridad sus peleas ya sea por la vía de las tarjetas, o del nocaut.
El mérito de Crawford es enorme y quizás mucha gente no lo dimensiona, pero tenía todo en contra: Subió dos divisiones para enfrentar al ser más dominante de la historia de las 168 libras, y el gremio boxístico pensó que era una locura porque sacrificaría con ello velocidad, movilidad y fondo físico, pero nada de esto ocurrió.
Además tenía al público en contra, y el Allegiant Stadium con 70 mil aficionados en su mayoría mexicanos finalmente no pesó en la mente del moreno, pues toda la pelea lució enfocado y cometió pocos errores.
Súmele que Crawford es dos años más viejo (o menos joven) que Canelo, y agregue que peleó en una fecha que suele ser protagónica de los mexicanos. Todo en contra, hasta los momios de las casas de apuestas que ponían al estadounidense como el ‘underdog’.
Pero arriba del ring hizo todo mejor que Canelo. Fue más rápido, se movía fino sobre la lona con un juego de piernas perfecto. Usó bien los pasos laterales y por momentos le cerró espacios al mexicano. Disparó las mejores combinaciones y fue más preciso. Sacó de balance al pecoso haciendo su acostumbrado cambio de guardia y fue más inteligente porque entendió que al tener un mayor alcance, utilizar el jab para mantener alejado a Canelo, y conectándolo como golpe de poder le daría buenos dividendos, y así fue.
Terence Crawford boxeó al Canelo, pero también peleó. Se metió al intercambio de golpes y lució como mejor contragolpeador que el mexicano. Se fajó y en ese terreno Canelo suele ser letal, pero Crawford lo hizo ver por momentos muy mal.
En definitiva, Crawford a sus 38 años casi cumplidos, luce en su prime, y es justo para él que pronto se le considere como el mejor libra por libra del mundo como en algún momento lo fue. Limpió tres categorías y ganó todo en cada una de ellas. Sigue invicto y parece no tener rival en las 168 libras, y con estos logros puede entrar a la conversación como uno de los mejores 10 peleadores estadounidenses de todos los tiempos, incluso mejor que quien se autoproclama como “The Best Ever” Floyd Mayweather Jr. Además con una humildad no propia para un peleador de su calidad.
Y en lo que respecta a Canelo, lo intentó pero no fue suficiente. Es probable que la baja de calidad de sus últimos rivales le haya costado bastante para mantenerse en el mejor nivel. Munguía, Berlanga y Scull retrocedieron al mexicano en lugar de progresarlo, pero estamos convencidos que todo tiene un fin y el tiempo de Canelo ya pasó, y vimos lo mejor de él contra Cotto, Lara, Kirkland, Jacobs, GGG, y otros.
El cuerpo de Canelo, con todo y que es joven a sus 35 años, luce cansado y desgastado, pues lleva peleando desde los 13 años de edad y no ha parado en 22 años. El mexicano no tiene nada que demostrar, su legado está escrito, pero asumió las consecuencias del riesgo que significó no ganar nada en lo deportivo si salía victorioso contra el Bud, y terminó perdiendo todos sus cinturones.
Canelo ya no es campeón de nada y en estos momentos es uno más, y eso puede abrirle paso a una motivación especial para reinventarse y buscar en su yo interior ese ojo de tigre que le caracterizó, por ser siempre el mejor y defendiendo ese orgullo, pero a fuerza de ser sinceros, el retiro puede ser una buena opción. No porque haya deslucido en esta pelea, sino por evitar que lleguen escenarios en donde se vea peor. Siempre es mejor retirarse en su mejor momento, y perder ante un grande como Crawford es simplemente pasar la estafeta del Rey del Boxeo.
Pero la gente pide a Canelo Vs Benavídez, aunque estamos seguros que hoy más que nunca, es un reto imposible para el jalisciense, ir contra un peleador más joven y fuerte, después de haber perdido el hambre por el boxeo.
El retiro de Canelo está más cerca que nunca.
Resto de la Velada. Christian Mbilli y Lester Martínez empataron en una guerra campal llena de acción en súper medio; Callum Walsh le quitó el invicto a Fernando Vargas Jr. en súperwelter y el mazatleco Marco Verde ganó su tercera pelea como profesional al noquear al rival emergente Sona Akele, a quien el referee le detuvo la pelea de manera polémica… En otra latitud, el monstruo japonés Naoya Inoue sigue siendo el rey de los súpergallos al superar a Murodjon Akhmadaliev en las tarjetas y el nipón podría pelear ante el mexicano David Rey Picasso el 27 de diciembre en Arabia.
Roleteando. El discurso motivacional y la controversia ganada por sus palabras no funcionó, y Benjamín Gil y su equipo fueron masacrados en la Serie del Rey, al ser barridos los Charros de Jalisco a manos de los Diablos Rojos del México que suman récord de 8-0 en dos finales consecutivas, convirtiéndose en flamantes bicampeones y se reafirma como la organización deportiva profesional de cualquier deporte más exitosa en la historia de nuestro país con 18 títulos de LMB… Visiblemente emocionado lució el mazatleco José Urquidy en su regreso a los diamantes después de dos años inactivo por su cirugía Tommy John y la rehabilitación. Al final Urquidy entró desde el bullpen y lanzó 1.1 IP 2H 1BB y 2K para los Detroit Tigers, con quienes debutó apenas ayer domingo.
Gracias.
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