Cuatro semanas de violencia. Los enfrentamientos subieron ayer de tono en Culiacán y municipios aledaños. Elementos de Marina a bordo de un helicóptero abrieron fuego contra vehículos en los que viajaban civiles armados en la carretera al municipio de Angostura. Los operativos militares desplegados por aire y tierra también alcanzaron comunidades del municipio de Navolato. La carretera quedó bloqueada por algunas horas. Decenas de personas que transitaban por esa carretera fueron testigos del intercambio a balazos entre Marinos y civiles. Un vehículo quedó destrozado al impactarse en su intento de huir del lugar y uno de los civiles fue detenido.
La jornada violenta que ni siquiera la concentración de militares en Sinaloa ha logrado contener, arrojó la aparición de cuerpos, la mayoría de hombres, que presentaban impactos de bala y rastros de torturas. Cinco cuerpos en la misma área en donde hace unos días se dio el hallazgo de seis ejecutados al interior de una vagoneta blanca, fueron reportados desde las primeras horas de ayer en la zona sur de Culiacán. Mientras se libra la guerra entre las dos facciones del Cartel de Sinaloa, el temor en la ciudadanía sigue igual de presente desde el 5 de septiembre en que inicio la violencia.
Las clases presenciales en escuelas de Culiacán y municipios aledaños sigue sin cambiar. Pese al llamado de las autoridades, las condiciones de seguridad en transitar por las calles no son las adecuadas. En el caso del comercio, cuando algunos de sus propietarios apenas se animan a reabrir, se vuelven a presentar los enfrentamientos y aparecen las balaceras. A un mes de que muchos de esos comercios cerraron temporalmente, la situación económica es apremiante. Y no es como lo están intentando resolver las autoridades estatales con créditos con interés bajo, porque sencillamente no hay dinero para que finalmente esos “apoyos” se puedan pagar.
El sector hotelero de Culiacán ni se diga. Está en estos momentos en su peor crisis. La ocupación cayó y los visitantes no llegan. El temor de viajar por carretera está presente. Nadie sabe cuando y en que lugar de las autopistas se pueden presentar “narcobloqueos”.
Se agrava conflicto UAS-Estado. Cero y van dos rectores los que han sido removidos de sus cargos como consecuencias de las denuncias que en su contra armó el Gobierno del Estado a través de la cuestionada Fiscalía General de Sinaloa y la Auditoría Superior de Sinaloa. Primero fue Jesús Madueña a quien desde un juzgado se ordenó retirar del cargo para que respondiera a denuncias de irregularidades en su función. Y ayer quien relevara en el cargo a Madueña, el también doctor Robespierre Lizárraga que venía fungiendo como encargado de la rectoría de la UAS, el mismo juzgado ordenó retirarlo del cargo.
Paralelamente a este conflicto jurídico-político, el Congreso del Estado en forma atropellada armó una nueva Ley Organiza de la UAS para obligar a procesos de elección de sus órganos de dirección. El primero de ellos es el Consejo Universitario, luego van por la elección de directores y posteriormente a Rector. El entonces líder del Congreso y hoy Secretario General de Gobierno Feliciano Castro fue el artífice de estas maniobras contra la UAS, al fracasar en sus intentos de armonizar la reforma a la Ley de Educación Superior, entablar un dialogo y concertar opiniones con directivos universitarios. Ante tal fracaso, llegó la imposición y la aplicación torcida de un procedimiento a todas luces violatorio.
En un Sinaloa actualmente convulsionado por la guerra que libran dos facciones del Cartel de Sinaloa. En un estado militarizado y en lucha por mantener la tranquilidad en la ciudadanía. En un Sinaloa donde sus autoridades estatales están cuestionadas desde los sucesos del 25 de julio en donde el narcotraficante Ismael Zambada y Joaquín Guzmán López volaron desde Culiacán a Estados Unidos y que ese mismo día fue asesinado en forma misteriosa el exrector de la UAS Melesio Cuen, el principal adversario político del Gobernador, mantener el conflicto entre el Estado y la UAS habla o de una carencia grave de operar inteligentemente en el estado o simplemente que el odio ciego.
Anuncia la UAS paro indefinido. Candelario Ortiz Bueno, el tercer rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa en este enfrentamiento entre la UAS y el Estado, anunció ayer que a partir del lunes se declara un “paro indefinido” en todas las áreas de la máxima casa de estudios de Sinaloa. Al mismo tiempo en un comunicado oficial, Ortiz Bueno llamó a la presidenta Claudia Sheinbaum para que intervenga y ordeno un alto a las agresiones que está padeciendo desde hace más de un año y medio la Universidad por parte del Gobierno del Estado que encabeza Rubén Rocha Moya.
Un paro indefinido de labores de la UAS no es poca cosa. Y menos intentar no darle la importancia que eso demanda. La UAS estos momentos como lo hizo con el hoy expresidente López Obrador, busca evitar que en Sinaloa se libre otro conflicto que ponga en duda la gobernabilidad en el estado, así como está sucediendo en esta imparable ola de violencia que prácticamente ha borrado a la autoridad estatal.
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