Caso Luis Enrique: La justicia dio pasos para atrás
Podemos entender que es parte del proceso legal bajo el cual está la imputada por el delito de Encubrimiento por Favorecimiento, Brisya Carolina, que haya salido libre de la prisión preventiva porque un juez federal valoró que se violó la suspensión definitiva que la protegía de ser detenida, pero que la única persona en la cárcel por el crimen del periodista Luis Enrique Ramírez Ramos ya esté en la calle, y la Fiscalía General del Estado no tenga ni una pista ni idea ni nada de dónde están los autores material e intelectual, es verdaderamente triste, lamentable y envía un mal mensaje sobre la aspiración de justicia. Sí, saldrán con que los asesinos están plenamente identificados y que ya hay órdenes de aprehensión en contra de ellos, pero como dijo Lucerito: ¿Yyyyy? La justicia dio pasos para atrás en una jornada sorpresiva cuando decepcionante donde la familia del periodista, aunque siguen confiando en las autoridades, han puntualizado que tienen temor por la seguridad de ellos frente a la liberación de la dama y la expresión de Juan Carlos Ramírez Ramos es contundente: “Al asesinar a mi hermano, que no le hizo daño a nadie, fácilmente pueden asesinar a cualquier miembro de nuestra familia”.
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Rosario Torres deja la “Casa Cuén” y jura lealtad a la “Casa Rocha”
Es toda una historia digna de la épica serie de Juegos de Tronos: Rosario Torres Noriega abandonó la “Casa Cuén” y decidió jurar lealtad a la “Casa Rocha”, cambiando de bando en esta feroz guerra por el trono guinda del reino de Morena, pero sobre todo buscando mantener los privilegios en sus dominios de la Secretaría de Turismo. Sin duda que prefirió eso a que la alcance el frío invierno que representa la banca en que fueron expulsados los pasistas Luis Alfonso García Corrales, Wascar Torres y Rafael Mendoza Zataráin, quienes como cadáveres podrían levantarse como parte del ejército de los Caminantes Blancos. Ahora sí que este agarre está como el título del libro que inspiró esta serie: Toda una “Canción de hielo y fuego”, pues la relación entre el gobernador Rubén Rocha Moya y el fundador del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda un día se enfría y al otro, con un chocolalito de por medio, se calienta. Lo que sí se puede anotar es que la “Casa Rocha” avanza al lograr que le juren lealtad otros dominios como la “Casa Corrales” desde Cosalá y la “Casa Valdez” desde El Rosario, sin olvidar que desde el terreno legislativo, algunos “Pajaritos” también volaron al Castillo del Tercer Piso. ¡Winter is Coming!.
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Pucheta es un hombre leal a una sola persona: a él
Ególatra que le encanta revolcarse entre los comentarios lisongeros y que vive en un mundo mágico de las redes sociales donde le gusta estar al pendiente del aplauso de sus seguidores –la mayoría de la India, Pakistán, Tajikistán, Irak y aquellas partes del mundo—Fernando Pucheta Sánchez, tiene una larga historia de traiciones: a Quirino Ordaz como candidato a gobernador lo criticó y ridiculizó en una llamada telefónica que fue filtrada en plena campaña; fue alcalde de Mazatlán, perdió la reelección en 2018 y luego amenazó con irse a Morena donde metió un pie, coqueteó con ellos y luego de conseguir la postulación del PRI, mandó a volar a morenistas. Volvió a perder en 2021. Y a principios del año, mandó a gran parte de su estructura a las filas del PAS, y ahora quedó en medio de los dos mundos cuando se suma al gobierno de la 4T y aunque diga que no fue contratado para trabajo político, hay una tácita suma a Morena dejando colgado de la brocha a sus seguidores que incrustó en el partido de Héctor Melesio Cuén. La realidad es que Pucheta Sánchez es un chambeador, eso nadie se lo niega, pero también es leal con un solo detalle: solo a él mismo. A unos políticos hay que conocerlos para apreciarlos, a otros, como a Pucheta, para decepcionarse. Es cuestión de tiempo.
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Convenientes las purgas en el PRI
De ex alcalde a ex alcalde; de priísta a “priísta”, Jorge Abel López Sánchez habló claro y fuerte, como pocos quisieron hacerlo al opinar sobre el camaleónico movimiento de Fernando Pucheta, al afirmar que siempre será muy conveniente que haya purgas políticas porque eso permite al partido quedarse con cuadros leales, comprometidos con las siglas principios y convicciones. Y no se anduvo por las ramas: “Quienes cambian principios, valores y lealtades políticas por intereses y conveniencias personales demuestran su nula ideología y compromiso con un proyecto político en una institución forjada en la lucha por muchos años y en la historia de nuestro país”. Quien ha sido un duro crítico al interior del PRI, también reflexionó que esta situación es parte de la falta de una definición de la dirigencia de ese partido, lo que ha causado dudas y trabajo político de operación para estructurar e incorporar a todos los cuadros en un proyecto común. Por lo que se aprecia, para cuando llegue diciembre y se abra el proceso de cambio, qué irá a encontrar el nuevo presidente del PRI en Sinaloa.