Culiacán, Sinaloa.- Las palabras del entonces gobernador Mario López Valdez parecen retumbar en la Sede Regional de Justicia Penal, Acusatoria y Oral Centro, a casi 9 años de inaugurarlo en Culiacán.
Aquel día, Malova llegó al reluciente edificio, mediante el cual se implementaba desde junio de 2016 el nuevo Sistema de Justicia Penal, acompañado del entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Cerca de ellos, avanzaba apresurado, pero a discreción alguien a ambos muy cercano: Gerardo Vargas Landeros quien era el secretario General de Gobierno en Sinaloa.
Al agonizante gobierno de López Valdez le quedaban escasos tres meses y 10 días.
Las palabras que entonces dijo Malova, en su discurso al inaugurar esta sede, a un lado del Penal de Aguaruto, parecen una petición a futuro para quien era su principal operador político:
"Pronto dejaré de ser gobernador pero espero que en el edificio que hoy se inaugura impere el buen trato y la justicia".
Y es que es día, viernes 30 de mayo, fue detenido en la ciudad de Los Mochis, Gerardo Vargas Landeros, quien se había negado a asistir ante un juez federal control —en tres audiencias iniciales— donde se le pretende hacer formal imputación de dos causas penales.
Una tiene que ver por el presunto delito de Ejercicio indebido de servicio público —por el arrendamiento irregular de 126 patrullas por 171 millones de pesos— y, por Abuso de autoridad cometido por servidores públicos en perjuicio de la procuración de justicia.
En aquel día, 20 de septiembre de 2016, Vargas Landeros fue testigo en primera final de la inauguración de este edificio donde se imparte justicia. Hoy el desaforado alcalde de Ahome regresa en condiciones que quizás jamás imaginó, para volverse a sentar enfrente, en el banquillo de los acusados ante un juez de control.
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