El público en los últimos años ha considerado al cine mexicano como “barato” o “malo” debido a sus producciones de comedia que usualmente intentan vender, y aunque una parte importante de la historia del cine radicó en nuestro país por su calidad, prestigio y reconocimiento mundial, —la memorable época de oro— actualmente poca atención se le da a lo que ofrece en la pantalla grande. Y la película ‘Un Actor Malo’ es el ejemplo perfecto.
‘Un Actor Malo’, dirigida por Jorge Cuchí trata sobre una filmación de una película donde Daniel Zavala (Alfonso Dosal) y Sandra Navarro (Fiona Palomo) son los protagonistas que actúan como dos amantes. Durante de la realización de una de las escenas de la cinta, Sandra es víctima de abuso sexual por parte de Daniel, lo que desencadena una trama sólida e interesante en la que ella será juzgada por las personas que la rodean, pero donde él no escapa a juicio de la gente.
Es evidentemente una trama cruda, polémica y que muestra una realidad que viven miles de personas, y es retratada cuidadosamente por las actuaciones de Palomo y Dosal, los cuales interpretaron de una manera sofocante cada sensación y sentimiento que sus personajes atraviesan durante la narrativa, lo que provoca una instantánea empatía por parte del espectador.
No considero ninguna actuación dentro de la película como mala o errónea al abordar este tema que resulta siempre controversial, pues los dos protagonistas fueron magistrales en el desarrollo de sus personajes con todos sus matices.
Esta historia maneja el tiempo de una forma simple, pero al mismo tiempo provoca esa sensación de estrés y agobio que los mismos personajes están cruzando, porque la mayoría los hechos transcurren conforme avanza la película con casi nulos saltos temporales, logrando así que el espectador se sienta como uno más dentro de la historia.
En algún punto si se puede sentir cansado e incluso repetitivo el discurso alrededor de la violación que vive Sandra en la historia y, aunque para el espectador sea agotador tener que escuchar al personaje revivir una y otra vez la misma historia, la intención radica en eso, en que la audiencia comprenda lo agobiante que resulta el proceso de la víctima cuando sufre estas situaciones. Quizás narrativamente pueda sentirse sobre explicado, lo cual se captura más durante el segundo acto de la cinta.
El tercer acto para algunas personas podrá ser exagerado, debido a la intensidad desgarradora y el manejo tan cruel, lo que provoca un duro impacto en el espectador, además de tener una dualidad perfectamente escenificada entre la víctima y el victimario, de cómo las personas a su alrededor los juzgan por los hechos.
Dicho tercer acto logra abrumar con lo explosivo que se vuelve comparado con todo lo que nos habían planteado, muestran cómo puede lograr ser un caso tan mediático en el público y cómo, tanto los medios de comunicación como las redes sociales, son rápidas para aprovechar un tema de conversación y distorsionarlo a su conveniencia. Sin duda ‘Un Actor Malo’ es una muestra de la realidad que se vive y en la que mucho tenemos por aprender.
Esta película es una demostración de que en México hay verdadero talento y muchísimo potencial el cual explorar.
Si buscas algo que ver en el cine este fin de semana, recomiendo plenamente Un Mal Actor, que se encuentra en la salas mexicanos desde el 4 de Abril.
Nos vemos la próxima semana, pero no te preocupes que será ¡Sin Spoilers!
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