Culiacán, Sinaloa.- Leslie, de 14 años, iba junto con su papá a bordo de una motocicleta la noche del jueves en la comunidad la Laguna de San Pedro, Navolato, cuando un gatillero empezó a disparar con un arma de fuego. Ambos cayeron abatidos en medio de la calle.
El caso de Leslie es uno de 76 menores de edad que han caído víctimas de las balas en medio de una ‘narco guerra’ que se ha extendido a lo largo de 13 meses, en una especie de códigos rotos porque antes, al menos era lo que se decía, niños y mujeres se respetaban.
Así, a poco más de un año de haber iniciado la crisis de violencia, las muertes de niños y adolescentes siguen aumentando.
¿Desde cuándo empezó la violencia en Sinaloa?
El 9 de septiembre del 2024, con una serie de hechos violentos que comenzaron en el sector La Campiña y posteriormente en el sur de Culiacán, comenzó la coyuntura de violencia que ha traído consigo más de 2 mil víctimas mortales.
De acuerdo a la Fiscalía General del Estado, con datos consultados por Adiscusión Diario, desde el mes de septiembre del 2024, hasta el 30 de octubre de este 2025, un total de 76 menores de edad han perdido la vida en hechos violentos.
Todos estos casos son actualmente investigados como homicidios dolosos, entre ellos varios infantes, mientras que otros son adolescentes cerca de la adultez.
DE LA INDIGNACIÓN AL SILENCIO
La indignación de la ciudadanía hacía ruido pues durante los primeros hechos que involucraron niños, estallaron marchas para exigir justicia; sin embargo, las voces ciudadanas poco a poco fueron disminuyendo.
Tan solo este jueves por la noche, un ataque a balazos en La Laguna de San Pedro, municipio de Navolato, dejó un total de 3 muertos, entre los que se encontraba justamente Leslie, una menor de 14 años de edad.
Este mismo mes, en el fraccionamiento Santa Rocío en Culiacán, Fátima Guadalupe también de 14 años, cayó abatida por las balas cuando un comando atacó una vivienda, mientras que, en Villa Juárez, Navolato, otro niño de esa misma edad, Alexis, fue acribillado cuando sujetos disparaba contra otras personas. Él solo iba a comprar unas frituras.
Por ellos nadie salió a las calles. Aunque haya menores involucrados, la ciudadanía de manera gradual ha dejado de alzar la voz por las infancias, siendo estos algunos de los muchos casos en los que la muerte de un menor pasa prácticamente desapercibida.
Gael y Alexander
El 19 de enero del 2025, se registró uno de los hechos que han marcado la crisis de violencia, pues dos niños perdieron la vida como víctimas colaterales de un ataque armado, en Culiacán.
Alexander, de 9 años de edad y Gael, de 12 años, viajaban con sus padres en el sector Los Ángeles, al nororiente de la ciudad de Culiacán cuando ocurrió la tragedia, un presunto ataque directo.
Su padre, Antonio, perdió la vida en el lugar, mientras que ambos menores resultaron gravemente heridos y fueron trasladados a un hospital, donde el mayor de ellos falleció a las pocas horas, mientras que el otro perdió la vida dos días después.
Una serie de manifestaciones y marchas reflejaron el hartazgo de la sociedad ante la violencia en todo Sinaloa, pues esta vez las víctimas eran dos pequeños inocentes que como popularmente se comenta, “no tenían vela en el entierro”.
Meses después, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, reveló que uno dos hombres detenidos y ligados a la delincuencia organizada, serían los autores del hecho, quienes actualmente se encuentran bajo un proceso penal.
Danna Sofía
Dos meses después de la muerte de estos dos menores, una vez más quien no debía ni temía nada, resultó víctima colateral de la situación que en aquel entonces ya tenía 6 meses de sangre derramada.
El 24 de marzo, Danna Sofía, de apenas 12 años de edad, viajaba con sus padres en un automóvil Toyota Camry color blanco, cuando se suscitó un enfrentamiento entre civiles armados, con ellos en plena línea de fuego.
Las balas atravesaron la carrocería y encontraron a Danna Sofía, quien gravemente herida tuvo que ser trasladada de emergencia a un hospital, donde minutos después fue declarada sin vida.
Aunque las autoridades condenaron la muerte de la menor, de nuevo la ciudadanía alzó la voz y exigió justicia, la cual aún no ha llegado al caso de Danna, después de medio año de haber ocurrido.
Alexa y Leydi
Con dos meses de diferencia, el caso de Alexa y Leydi removió hasta las más profundas emociones de los culiacanenses, pues las pequeñas quienes apenas cursaban la primaria, también resultaron víctimas colaterales.
Fue en la sierra de Badiraguato, el 6 de mayo de este año, cuando elementos militares fueron atacados por sujetos armados y repelieron la agresión, dándose así un enfrentamiento entre las dos partes.
Sin embargo, el comando armado y los elementos castrenses no fueron los únicos involucrados, pues Alexa, de 7 años de edad y Leydi, de 11 años, viajaban en compañía de su familia y sufrieron el peor destino.
Ambas niñas fueron alcanzadas por las balas, y aunque en un primer momento se mencionó que se encontraban en el fuego cruzado, los familiares denunciaron algo completamente diferente.
Las menores fueron homenajeadas en la escuela primaria Rafael Ramírez, a la que ambas asistían en la ciudad de Culiacán, donde más allá de recordarlas, familiares, profesores y hasta compañeros exigieron justicia por ambas muertes.
Sus allegados, denunciaron que la muerte de estas dos menores fue responsabilidad de los militares, quienes presuntamente habrían disparado contra el vehículo en el que viajaban, tras haberlos confundido con civiles armados.
Estos y otros 71 casos han involucrado a menores en apenas más de un año, lo que equivale a entre 5 y 6 muertes de menores al mes, que podría traducirse a más de uno muerto cada semana durante los últimos 14 meses.
Hoy, justo en el Día de los Angelitos, hay que visibilizar esta triple tragedia: una niñez que es blanco de la violencia, una sociedad cada vez más callada y un manto de impunidad que cubre la mayoría de los casos.
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