= Carece de calidad política y moral, dice
= Es “calumniador” y “desmemoriado”
= Y “malo” en mediciones prelectorales
= También Morgan se llevó su “raspadita”
= Está de regreso la policía municipal de Culiacán
De piel sensible, circunstancial e inesperadamente colocado en una compleja situación, el gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya, no esperó más tiempo para dar respuesta a recientes señalamientos en su contra de parte de Francisco Labastida Ochoa, a través de diferentes medios de comunicación y a partir de la edición de un libro de su autoría en el que aborda la problemática nacional.
Asimismo, en su conferencia Semanera de este lunes, Rocha Moya también se ocupó de Rafael Morgan Ríos -emblemático panista sinaloense -, punta de lanza, aparentemente, en la promoción de la aplicación de la Ley de Revocación de Mandato, ya solicitada (sin llegar todavía los tiempos) ante el Instituto Electoral del Estado de Sinaloa.
Ciertamente, Rubén Rocha no hizo más que defenderse a imputaciones de que es objeto y a fincar claramente su postura al respecto, en uso de su derecho, como el de todos los ciudadanos, a la libre expresión; pero por su condición de gobernador, sus expresiones alcanzan, por supuesto, resonancia mayor entre los órganos periodísticos locales, nacionales e internacionales, incluso.
En lo que al ex gobernador Francisco Labastida Ochoa corresponde, sus imputaciones fueron tan lapidarias, candentes y delicadas que un silencio de parte de Rocha era francamente impensable.
En efecto, en entrevista con Joaquín López Dóriga -para entrar en detalles - Labastida cuestionó severamente sus resultados como gobernador y lo acusó de colusión con el narcotráfico, a raíz de la intervención de los poderes fácticos en el desarrollo del proceso electoral de 2021, justo en el que Rocha se alzó como gobernador, con una ventaja de 25 puntos porcentuales sobre su más cercano perseguidor.
Para el gobernador actual, Labastida merece, entre otros, el calificativo de “calumniador”, además de “desmemoriado” y francamente de “malo” en la medición previa de resultados electorales.
-Por esto, y por otras cosas, Labastida perdió la elección presidencial del año 2 000 – acotó.
Y subrayó:
-Labastida no tiene derecho, ni moral ni político, a inmiscuirse en los problemas actuales del Estado y mucho menos en los de la nación.
Y expuso sus razones:
01.- “Es desmemoriado porque ya olvidó que a él no le apresaron a su policía, sino a todos sus jefes, incluyendo el de la Municipal, la Estatal y la Secretaría de Seguridad. No, no se llevaron a los agentes. Se llevaron a los meros jefes, por orden presidencial (Carlos Salinas de Gortari) mientras él practicaba el buceo en las aguas del golfo de California”.
02.- “Es malo para la medición previa de resultados electorales, porque, de otro modo, debió haber sabido, con antelación, que perdería la elección presidencial y en el caso de Sinaloa, en 2021, que yo tenía una delantera superior a los 20 puntos porcentuales desde un mes antes de la jornada, lo que la convertía en una tendencia irreversible”.
Y:
03.- “Es calumniador porque asegura que gané la elección con apoyo del narco, cuando la ventaja era de tal magnitud que no requeríamos el apoyo de la delincuencia organizada para garantizar una victoria contundente, como lo fue a final de cuentas. No ocupábamos de su participación, ni de financiamientos ilícitos, ni de nada parecido. A media campaña ya teníamos el triunfo en el bolsillo”.
“Labastida – remarcó – ha emprendido una campaña de desprestigio en mi contra, con información falsa y sin fundamento; pero que no lo llevará a su objetivo: seguiremos en la gubernatura de Sinaloa”.
Así la respuesta de Rocha, concluyente y categórica.
¿Vendrá un nuevo episodio? A lo mejor.
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Y bien. En lo que hace a Rafael Morgan Ríos, Rocha Moya lo definió como un buen ciudadano, un panista de convicción y un buen compañero en la 51 legislatura del Congreso del Estado (1983-1986) en la que ambos fungieron como diputados locales.
Por eso, por su buena relación con él, precisamente, Rocha Moya se ofreció a ayudarle en la obtención de las 235 mil firmas que requieren para poder activar la ley de renovación de mandato, misma que necesita, para ser llevada a la práctica, para el respaldo del 10 por ciento de la lista nominal del padrón electoral de Sinaloa.
-Creo que tendré que apoyarles; ellos solos jamás alcanzarán las 235 mil firmas que ocupan para que el Consejo Estatal Electoral puede emitir la convocatoria correspondiente – observó.
Y agregó:
-Yo mandé esa iniciativa al Congreso, por delante de muchos estados del país y soy el más interesado en que se aplique al constituir una aportación invaluable al fortalecimiento de la democracia en la entidad.
Y Rocha Moya no quiso desaprovechar la oportunidad para dejar ileso a quien fuese su compañero de cámara en la legislatura 83-86.
-Fue parte del gabinete de Felipe Calderón, en una secretaría sumamente importante: la de la Función Pública. Casualmente nunca se enteró de los malos manejos de Genaro García Luna en la secretaría de Seguridad…
¿Qué os parece, amigo lector?
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A propósito, una buena noticia: Desde este lunes ya están de regreso a sus labores, 870 efectivos de la corporación de policía y tránsito del municipio de Culiacán. Y pronto volverán otros más.
Tan luego como concluya, en la ciudad de México, la revisión de su armamento y aprueben los exámenes que los ubicarán o no como aptos para el cargo.
Hay que recordar que todos los cuerpos policiacos de Culiacán fueron retirados del ejercicio por disposiciones de la Secretaría de la Defensa Nacional, precisamente para examinar sus armas y determinar si eran aptos para su desempeño como guardianes del orden y la seguridad.
En ese lapso fueron sustituidos, en parte, por la Guardia Nacional.
Sin embargo, ya están de vuelta y quienes más lo celebran son los comerciantes del primer cuadro de la ciudad, agobiados por un clima de inseguridad que se tradujo en un incremento de asaltos, así como de atracos a peatones y otras lindezas.
Bienvenidos a casa pues.
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