Nada de qué presumir. Mientras Omar García Harfuch era ovacionado en la Cámara de Senadores, en Sinaloa las balaceras se multiplicaron. Mientras afirmaba ante los senadores que la estrategia de seguridad ha funcionado en Sinaloa, en Culiacán se asesinaba a por lo menos 10 personas y en Mazatlán cuatro. ¿Eso es funcionar? Lo más delicado es que García Harfuch asegura tener la razón. Que los “resultados son medibles” y que la violencia en Sinaloa “ha bajado un 46 por ciento”. Esa es la narrativa oficial. Nada que ver con la que perciben los ciudadanos.
A García Harfuch tal vez deba de caminar por las calles de Culiacán, por las colonias de Mazatlán, sobre todo por las noches, para que vea lo que se siente y lo que realmente está sucediendo. Claro está que esa caminata debe ser sin todo ese aparato gigante de seguridad. Que lo mismo lo protegen por tierra que por aire. Así de blindado nunca sabrá lo que siente un ciudadano en Sinaloa. Y si García Harfuch tiene hijos seria interesante verlo cuando sus hijos visiten Sinaloa y se paseen con el riesgo que corren todos los demás. Veremos si como padre daría crédito a quien le repite una y otra vez que la violencia va a la baja.
Las cifras de García Harfuch dichas en el Senado ayer cuando compareció para darle seguimiento a la glosa del primer informe de Claudia Sheinbaum, no corresponden al sentir de miles de sinaloenses. Le podrán echar porras tanto morenistas como panistas y de otros partidos, pero México no es como lo quieren pintar. Hay zonas del país en manos del crimen organizado. Hay zonas del país que los ciudadanos han dejado de transitar por los riesgos de ser atacados por la delincuencia organizada. Los mexicanos dejamos de transitar por donde quisiéramos y a la hora que se nos plazca, porque los criminales se han apoderado de esos espacios. ¿Qué no se dan cuenta?
La bienvenida a Mazatlán. Omar García Garfuch encabezará hoy en el puerto la reunión del gabinete de seguridad federal. Y los delincuentes ya le han brindado la bienvenida. Ayer en Mazatlán se reportaron cuatro personas asesinadas. Dos de ellas fueron atacadas a balazos casi simultáneamente en diferentes lugares al sur de Mazatlán. En la colonia Felipe Alvares fueron abatidos dos, uno de ellos menor de edad con apenas 14 años y el otro de 19.
Otro caso fue el de un motociclista que murió bajo una lluvia de balas. Y para cerrar “con broche de oro” los delincuentes abandonaron el cuerpo de una joven mujer en el interior de un hotel ubicado ni más ni menos que en el “corazón” turístico de Mazatlán.
La Zona Dorada. Se adelantó que la mujer de 24 años había sido reportada como “desaparecida hace apenas tres días. Y si esto no fuera suficiente, oficialmente se dio a conocer que en operativos conjuntos se logró asegurar 43 artefactos explosivos en la zona rural de Mazatlán y acciones que cubrieron además áreas de Concordia.
Ya salió el peine. Desde el pasado lunes Mazatlán registró la presencia de patrullas y elementos de la Secretaria de Seguridad Federal. Son los conocidos “Harfuch” y también como “murciélagos”. Su presencia despertó entre muchos mazatlecos las expectativas de que los federales llegaron para combatir los graves hechos de desapariciones y de despojo de vehículos. Llegaron incluso a insinuar que su presencia era el preámbulo de operativos directos contra la delincuencia organizada que azota Mazatlán. Pero no, a lo que vinieron fue para proteger la visita que hoy tiene programada en este puerto el Secretario de Seguridad federal Omar Garci a Harfuch.
La alcaldesa de Mazatlán Estrella Palacios se presento inusitadamente en la oficina de “Prensa” ubicada a un costado del acceso a su despacho, para dar a conocer que 250 elementos federales con 47 vehículos llegaron a reforzar los operativos de seguridad en el puerto. Pero todo parece indicar que se desplazaron desde Culiacán con el objetivo de “blindar” la ciudad por la visita de García Harfuch y quienes integran el gabinete de seguridad federal que habrá de sesionar hoy.
Insisten en pintar todo de rosa.
La Secretaria de Turismo en Sinaloa Mireya Sosa la volvió hacer. Declaró ayer que las reservaciones hoteleras para le temporada invernal andan “entre un 60 y 70 por ciento”. Y de ripley: “Hay hoteles que alcanzan el 100 por ciento”. Partiendo de estas expresiones maravillosas de la titular de turismo en Sinaloa, entonces los hoteleros no tienen razón de estarse quejando. Si todo está en jauja. No hay motivos para que los hoteleros y demás prestadores de servicios turísticos de Mazatlán, anden como la “muñeca fea”, llorando por los rincones. Pareciera que Mireya Sosa vive en Disneylandia.
Nos pinta un panorama en el que la intensa campaña en Durango que invita a no visitar Mazatlán, no afecta en nada a nuestro puerto. La narrativa de negar lo que verdaderamente nos afecta es uno de los factores que inciden en la falta de acciones que permitan mejorar el panorama turístico de Mazatlán. Mira que negarse a ver lo que está pasando, pareciera una política del “avestruz”. Que la campaña contra Mazatlán impulsada desde Durango, no nos afecta, es como intentar tapar el Sol con un dedo. Ya desde ayer se debieron de poner de acuerdo todos los actores turísticos de Mazatlán y Sinaloa para crear una campaña de acercamiento con Durango. Pero pareciera que no les alcanza el intelecto.
Otros si ven la realidad. Integrantes de la Intercamaral de Mazatlán se reunieron con la alcaldesa Estrella Palacios. Ahí quienes integran este organismo plantearon una posición clara y precisa: Sin seguridad Sinaloa y Mazatlán no tendrá desarrollo económico. Se lo expresaron de frente a la alcaldesa. El Presidente de Canacintra Sergio Rojas puso el tema de la seguridad en la mesa. Dijo que el tema de seguridad está en el primer plano para poder consolidar todos los proyectos, no solo de turismo. Recordó que Mazatlán es la “puerta del corredor económico del norte”. Se toco también el tema de las cámaras de videovigilancia que se tienen en Mazatlán. Le solicitaron a la alcaldesa su intervención ante la Fiscalía General de Sinaloa para que se destinen recursos suficientes que permitan contar con todas las cámaras y que estén conectadas a C4. Y en esto ultimo tienen mucha razón.
Los hechos violentos, sobre todo los de las desapariciones y despojo de vehículos, deberían haber quedado grabados en esas cámaras. Y su operación permitiría que los cuerpos de seguridad intervinieran en el momento de los hechos. Pero tal parece que las cámaras de videovigilancia son de utilería. En el encuentro estuvieron presentes los dirigentes de Canaco Francis Cazarez, de Coparmex Verónica Estrada, de los Desarrolladores Inmobiliarios Carlos Rivera y José Ramon Manguart de la Asociación de Hoteles.