Columnas
Columna Institucional Sin Ambages Lunes 11
Por:
Redacción el
10 de noviembre de 2024
Wendy Barajas, nueva dirigente del PAN
En una jornada comicial en relativa calma, los militantes del Partido Acción Nacional eligieron a la mazatleca Wendy Barajas Cortés como su nueva dirigente en Sinaloa al ganarle en las urnas a Vanessa Sánchez Vizcarra, en un ejercicio que ningún otro partido político hace sino que las cúpulas designan a sus dirigentes sin considerar ni escuchar a sus bases. El PAN tiene bastantes desafíos enfrente como salir del hoyo en que se encuentran curiosamente tras experimentar el poder tanto a nivel Presidencial con Vicente Fox y Felipe Calderón, pero también en Sinaloa cuando abanderaron a Mario López Valdez. Sin embargo, más que el poder lo que los dañó fue la terquedad de hacer alianzas políticas con el PRI –su histórico adversario—lo que pervirtió sus ideales, alejó amplios segmentos de simpatizantes y propició la fuga de cuadros importantes que le daban identidad, sentido ideológico y eran anclas para sumar filas a su militancia. Por eso bien lo decía este domingo Roxana Rubio: gane quien gane en el PAN deberán cerrar filas para poder ver hacia el futuro y tener oportunidad de participar con reales posibilidad de competencia en procesos electorales.
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Yeraldine Bonilla y su prometedor futuro
Quien empieza a emerger como un activo interesante rumbo a la sucesión del gobernador Rubén Rocha Moya, es la diputada local Yeraldine Bonilla Valverde, quien preside la Mesa Directiva del Congreso del Estado. La joven legisladora llegó a su curul tras ganar en las urnas el 2 de junio al ser postulada por el Partido Verde Ecologista de México por el distrito 19 –que comprende parte de Culiacán así como los municipios Elota, Cosalá y San Ignacio--, a diferencia de hace 6 años cuando fue por primera vez diputada y llegó por Morena vía representación proporcional. En aquel entonces, en la 63 Legislatura, hizo mucho trabajo de territorio. Yeraldine Bonilla ha hecho gran equipo con el gobernador desde la campaña al senado en 2018 y al Gobierno de Sinaloa en 2021, cuando la designó Subsecretaria de Estudios, Proyectos y Desarrollo de la Secretaría de Seguridad Pública del estado. Es tal la confianza que le tuvo que, tras la renuncia de Cristóbal Castañeda Camarillo y en tanto definía al sucesor, la nombró encargada del despacho de la SSPE. La diputada, con buena mano izquierda, es de los activos políticos que tiene el PVEM con miras al 2027 en caso de ir solos como partido en la contienda a la gubernatura. No la pierda de vista. Hay proyecto.
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Paloma Sánchez, alejada y extraviada
La memoria muscular de Paloma Sánchez Ramos le ganó: fue cuestión de que asumiera la Senaduría para que se le olvidara el territorio, los ranchos y colonias de Sinaloa a los que prometió nunca dejar, para de nuevo volver a su cotidiana vida de ‘metropolizada’ en la Ciudad de México, el mismo virus que mandó al cementerio político a otros sinaloenses como Heriberto Galindo y a David López Gutiérrez –padrinos suyos por cierto—que creyeron que por estar en la ‘mera mata del poder’ haría alucinar con sus espejitos a los votantes. Tenían mala estrella. Sánchez Ramos ha hablado del tema de la seguridad pero no la hemos visto en territorio, sin conocer bien a bien Sinaloa y sin venir a respaldar a quienes le dieron su voto de confianza. Hasta del edificio del PRI se ausentó al grado que hay trabajadores a su servicio que empiezan a señalar que ni les ha pagado ¿Será? Por otra parte, Bernardino Antelo, a quien lo ubican como su ‘Caballo de troya’, al parecer no le hace caso porque mientras Paloma Sánchez todos los días capitaliza la bandera de la inseguridad, el diputado local hasta pide reforzar la seguridad en torno a evento como la Feria Ganadera a la que podría la gente asistir. ¿Quién los entiende?
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La otra batalla: la informativa
A lo largo de dos meses ya, los sinaloenses y particularmente la gente de Culiacán ha estado bajo el embate de las balas, del miedo y la incertidumbre que han inyectado los criminales en pugna. La realidad ahí está: los asesinatos no ceden como tampoco los robos de automóviles ni los ‘levantones’ cuyas estadísticas siguen a la alza. Esa es una realidad que las autoridades han admitido que, aunque hay días que bajan los índices, no es para nada un tema en el que se pueda cantar victoria. “Esto no ha terminado”, ha dicho el gobernador. La otra guerra que se ha desatado de manera paralela y quizás con mayor intensidad, es la informativa: estratégicamente se ha recurrido a la difusión vía redes sociales y medios alternativos como lonas y volantes de acusaciones contra autoridades investigadoras, amenazas hacia funcionarios y diversos mensajes que buscan inyectar confusión, miedo y pánico. Han tratado de ganar la conversación pública. Es ahí donde quienes tienen —o tenemos— como medios la responsabilidad y compromiso con los lectores, seguidores o audiencias de compartir o manejar información verificada, debemos cuidar no convertirnos en cajas de resonancia de esa clase de información. Ciertamente hay quienes anidan profundas animadversiones hacia el gobierno, y bueno es entendible, pero de ahí a ser correas de transmisión de poderes fácticos sin el menor rigor periodístico es cuando menos una imprudencia que alienta riesgos. Nadie debiera desear que Sinaloa se incendie.
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